Enfrentamiento durante la toma de protesta de EPN 1/12/2012
20 de Enero de 2013
Cabo San Lucas BCS
Condenarro
“Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde
se encuentra remedio a todos los males”. (Voltaire)
Inicio el 1 de diciembre una nueva era, o ¿era necesario
regresar a lo que era México hasta hace doce años? La realidad nos dirá lo que
sea que surja en esta nueva era; sin olvidar lo que fue la era panista en Los
Pinos, en mucho, por la culpabilidad de una ciudadanía inane. ¡Y sí!, somos
culpables todos ustedes incluyéndome a ti, es-timado lector, elector y
contribuyente de lo que era, y de la nueva era.
Me puse a leer, porque me dio muina escuchar el mensaje de
despedida de nuestro ex-mantenido de los Pinos, donde agradece su era ahí, la
casa más cara y que, pese a que a pagamos millones de mexicanos, seguimos sin
ser propietarios reales. Entra una nueva era al frente de un personaje que dijo
que no era parte del viejo PRI que marcó toda una era de 70 años de oligarquía,
que permitió una ciudadanía inane. Lo cierto es que su mensaje, aún leído me
puso mal... me dejó inane en el cuarto de baño...
Queriendo ser un tanto optimista, durante el último año del calderonato
y próximos al peñanietazo y retorno del PRI al gobierno, la incertidumbre, que
es evidente en todos los sectores, es grande. Los resultados de una guerra
interna son realmente dramáticos. Miles de familias víctimas de una “decisión
valiente”, sin resultados reales, más que en cifras inimaginables, con un costo
increíble, pero cierto y aún se debe.
En lo personal, algo bueno creo que surgió en toda esta
debacle del fraude electoral y la unción de EPN como nuevo inquilino de la
residencia de chapultepec que guarda las esfinges de tanto malandro que nos ha
gobernado. Gracias a una ciudadanía inane, insisto. Aunque en marzo pasado la
juventud, tras 43 años del movimiento estudiantil, volvió a hacerse presente y
dejó la inanidad. Esperemos que ese estado continúe y el jóven presidente de
México lo asimile y lo capitalice, para su bien y el de todos a fin de no
quedar inánimes.
Alguna vez escribí en mi cuenta de la red social de
caralibro una definición de Calderón. Si tomo en cuenta el resultado de su gestión
no estuve tan lejos ahi les va, más o menos porque no la encuentro en mis
archivos...
Calderón: Olla inmensa donde se introducen una serie de
tonterías, revueltas con inutilidades y prepotencias, argumentos inexistentes
sacados de las cloacas de las más caras escuelas del mundo, con experiencias
surgidas del más oxidado sistema gubernamental, zasonados de las peores
tonterías que el poder sin que puedan con él genera, se calienta durante una
precampaña, una campaña política y se deja a fuego... bajo fuego, mejor dicho,
por seis años y resuta una melcocha que ni la Unión Europea podría lograr pese
a la broncota económica que se cargan. Se sirve a gran costo en mínimas
porciones a 120 millones de hambrientos de justicia social.
La duda, bastante dura que nos queda a los inanes ciudadanos
es el quedarnos así, o dejar de ser inanimados y animarnos a exigirle al
copetón priista-artista telenviciado que agarre la onda y trabaje para
nosotros, como según dice la carta magna de Los Estados Unidos de la República
Mexicana. Sin duda tendrá la presión del Soy132, de Morena, de los sindicatos,
de la maistra, de sus padrinos y maestros dinosauros del pri en el senado y la
cámara baja, de su padrino Salinas y su pariente Montiel y tendrá arrastrando
una serie de compromisos y deudas de otros, como Moreira, Aleman, el precioso y
los lastres de antaño que no se olvidan, aunque estén archivados como el perro
que defiende el peso, la renovación moral, arriba y adelante, la solución somos
todos y tantos etcéteras que, posiblemente, pueda analizar en 15 minutos. Y
nomás hablo de lo interno, conste.
En fin, el 2012 se acaba, iniciamos un 2013 y esperemos que
el trece no sea de mala suerte ni para el nuevo inquilino de Los Pinos, que
esperemos no roden una novela ahí, ni para los casi 13...0 millones de
mexicanos inquietos y temerosos; ojalá ya no inanes ante la necesidad de velar
por nostros mismos y exigir que se administre nuestra riqueza y no solo se
utilice a nuestro riesgo y pérdida, en tanto, yo, mi es-timado colega ciudadano,
inopinadamente dejo mi inanimidad y me reitero en esta nueva era, que esperemos
ya no sea lo que era y sea loquera sana, como un simple y pobre loco peligroso
irreverente, irrelevante, irremediable pero irresitible y real prófugo de la
injusticia que el silencio le regala al escandalo inane.
“La civilización no suprimió la barbarie; la perfeccionó e
hizo más cruel y bárbara”. (Voltaire)