Opinión
Betty Zanolli Fabila
31 de marzo de 2014
¿Por qué en
México no hay la más mínima conciencia ecológica y sobre todo social en los
titulares de las secretarías del ramo y, sobre todo, en senadores y diputados
federales? ¿Qué los hace convertirse en comparsas indiferentes e insensibles
del saqueo de nuestras riquezas naturales, principalmente minerales? ¿Por qué
se permiten ser cómplices de la devastación inminente de nuestra biodiversidad,
entorno medioambiental, formaciones geológicas y, en consecuencia, de la
profunda afectación social y cultural de nuestro pueblo?
Es obvio que nadie puede oponerse al progreso de su propia
Nación, pero nunca si ello es a costa de afectar al territorio, al medio
ambiente y, sobre todo, a su propia población. Y no es cuestión de filiación
ideológica o política, se trata de partir de una elemental y objetiva
perspectiva científica. Es criminal que se pretenda prospere una industria
económica a costa de atentar irreversiblemente contra el agua, el suelo y
subsuelo, las especies vegetales y animales, comprendido el ser humano -sin
contar el deterioro que implique del patrimonio cultural de la sociedad-. Esto
bajo ningún concepto puede ser calificado como progreso, al contrario, de tal
forma que toda actividad así encauzada debe ser combatida y erradicada.
Es el caso, especialmente trágico, que enfrenta nuestra
entidad hermana: Baja California Sur. Una entidad amenazada (como en realidad
lo está toda nuestra República Mexicana al igual que la mayor parte de los
países subdesarrollados) por la ambición de grupos de alto potencial económico,
nacional y extranjero, que buscan apoderarse, con la complacencia de las autoridades
locales y federales, de las riquezas minerales de la península sin importar la
contaminación y devastación que ello implique de sus reservas naturales y
mantos acuíferos. Prueba de ello, la extenuante lucha que libra la sociedad
sudbajacaliforniana en contra del Proyecto minero Los Cardones que se pretende
desarrollar en la Reserva de la Biósfera de la Sierra de la Laguna, al mismo
tiempo que combate los nuevos intentos por establecer mega proyectos turísticos
en el Parque Nacional de Cabo Pulmo -hoy en día todavía uno de los mejor
conservados arrecifes coralinos del Océano Pacífico-, como es el reciente
proyecto de Cabo Dorado y antes lo fue, entre otros, el de Cabo Cortés,
cancelado en junio de 2012 ante la presión social. Y es que de nada sirve que se
ofrezca a cambio a la ciudadanía la presunta apertura de nuevas fuentes de
trabajo y bonanza económica para la región, pues aún si ambas se
materializaran, sería a costa de la afectación irremediable del medioambiente y
de su población.
La propia Comisión de Cooperación Ambiental de América del
Norte ha denunciado desde Estados Unidos que la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (SEMARNAT) incumple la ley ambiental en el Golfo de
California. ¿Qué dice a todo esto la Secretaría?
Lamentablemente todo lo contrario de lo que debería esperar
la ciudadanía afectada, ya que a pesar de que recientemente la población
manifestó un rotundo "NO" al Proyecto minero Los Cardones en la
consulta pública convocada por aquélla, su titular Juan José Guerra Abud ha
declarado: que dicho proyecto minero a cielo abierto está prácticamente
"blindado", desde el momento en que los técnicos le han informado que
no se utilizará agua de ningún acuífero que afecte a La Paz o a cualquier otro
sitio, ya que se empleará agua desalinizada de mar, al mismo tiempo que los
jales generados estarán confinados en áreas donde "no contaminen". Y
si una mina, agrega el secretario, es limpia y garantiza que no contaminará y,
en cambio, generará desarrollo y empleo en la región, a pesar de que grupos
pequeños se declaren en contra, se tendrá que permitir "porque al final
del día en este tipo de proyecto, siempre con alguien quedas mal y lo que
tenemos que ver es el beneficio de la mayoría".
¿Beneficio para la mayoría, para el medio ambiente, para
Cabo Pulmo, para la Sierra de la Laguna, para las más de 543 hectáreas de selva
peninsular que verá arrasadas sus especies endémicas? Paradójicamente hace unos
días en el XIX Foro de Ministros de Medio ambiente de América Latina y el
Caribe realizado en Los Cabos, Guerra Abud igualmente declaró: "debemos
proteger al planeta". ¿Así es como lo piensa defender?
¡Qué grave!, tal y como lo han denunciado científicos,
analistas, miembros de la sociedad civil y múltiples organizaciones no gubernamentales
sudbajacalifornianas, como Medio Ambiente y Sociedad, A. C. No hay razón pues
que justifique el uso indiscriminado y contaminación irreversible de millones
de litros de agua para la explotación de un socavón de 1 kilómetro de diámetro
y 500 metros de profundidad, así como el depósito masivo de residuos tóxicos
producto de la atroz lixiviación de los magros minerales que pudieran
obtenerse, como tampoco la alteración indiscriminada de los ecosistemas
acuíferos de la península.
Sí... Hoy Baja California Sur nos estremece particularmente
por ser depositaria de riquezas naturales en gran medida vírgenes, pero además
por estar asentada en una estrecha franja territorial cuya destrucción
impactaría de costa a costa.
Señor Presidente Enrique Peña Nieto: No hay riqueza que
justifique la devastación de nuestro medio ambiente y la afectación de la salud
de millones de seres humanos, ni de Baja California Sur ni del resto de la
República Mexicana.
bettyzanolli@hotmail.com
twitter.com/BettyZanolli
www.facebook.com/bettyzanolli
La voz autorizada de la Doctora Betty Zanolli Fabila se suma al coro de voces de académicos, sensibles y conscientes del inminente riesgo trágico, en términos ambientalistas, para BCS, si no se toman en consideración medidas de preservación. BCS es un paraiso natural y es un imperativo categórico no romper ese fino equilibrio por supuestos desarrollos de progreso para su gente (minería, mega proyectos turísticos, etc). Mi reconocimiento a la Dra. Zanolli por alzar su reclamo ante la máxima autoridad del país.
ResponderBorrarEs algo muy interesante de como se va dando el desarrollo generando tramites ordenados siguiendo el plan de crecimiento
ResponderBorrar