Estero en las inmediaciones de la playa el Medano
La naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos
y nos empeñamos en terminar con ella.
“La ecología no está ni a la izquierda, ni a la derecha sino
que va por delante”. (Fundación verdes Alemanes)
condenarro
La conservación de nuestro entorno, la protección de la
naturaleza, fuente de vida y de economía, en particular para los que vivimos en
Los Cabos, aún cuando la realidad es que es mundial es un patrimonio del
planeta. La naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos y nos empeñamos en
terminar con ella. En fin, por ello y dado que desde hace 24 años que empecé a
escribir en medios informativos en Los Cabos y desde hace 5, cuando Víctor Paz
da vida a este proyecto de Tierra Pericue, no hemos dejado de trabajar en Pro
de la conservación, en defender la biodiversidad que la naturaleza destinó en
este girón peninsular. A partir del presente ensayito, procuraremos darle otro
enfoque a la conservación, vamos, todos estamos preocupados por lo que suceda
en Cabo Pulmo, en la Sierra La Laguna, en los humedales de BCS y todo, de una u
otra forma se relaciona invariable y directamente en los conceptos de “Ecología
Económica” y “Política Ecológica” que iremos desglosando y consultando con
expertos; mientras, tomaré un poco lo de Cabo Pulmo y lo que sucede o parece
sucederá en BCS y sobre lo que hemos escrito y mostrado en las gráficas de
Víctor Paz los últimos cinco años en este espacio: Tierra Pericue.
El suplemento La Jornada Ecológica de Abril del presente
año, apareció con información muy interesante sobre los servicios que la
naturaleza nos brinda, apunta en uno de sus artículos: “En enero de 1972, el
gobierno mexicano creó la primer área marina protegida del mundo (AMP) para
proteger específicamente a los cetáceos: laguna Ojo de Liebre, en el extremo
norte del estado de Baja California Sur. En 1979-1980 se extendió la protección
a las lagunas San Ignacio y Guerrero Negro. Y en 1988, todo este complejo de
lagunas fue oficialmente designado como Reserva de la Biosfera de El Vizcaíno.
La legislación que prohíbe el acoso, la captura, el daño físico y la caza de
ballenas se promulgó en 1983. En 1993, le fue conferido el estatus de
Patrimonio Mundial a esa reserva por la UNESCO”. (La Jornada Ecológica
31-III-2014)
A partir de ese interés y de la visión de lo que los
recursos naturales representan en realidad en la economía regional, se crearon
Áreas Naturales Protegidas. Actualmente BCS es de los estados con mayor
territorio protegido, en sus justas proporciones geográficas y de densidad, se
cuenta con las reservas de la biósfera de el Vizcaíno y la Sierra La Laguna y
Complejo Lagunar ojo de Liebre; Áreas Protegidas de Flora y Fauna como la Bahía
de Cabo San Lucas y Balandra; y todas las Islas del Mar de Cortés, el Parque
Nacional Cabo Pulmo y Bahía de Loreto y el Refugio Natural Cuenca y Estero de San
José, y dejamos al margen todos los sistemas RAMSAR sudcalifornianos (11 en
total), bajo protección de dicho convenio internacional. Estas áreas, que
representan el principal atractivo natural turístico y por ende el mayor
generador de PIB en Baja California Sur, son objeto de atención por grandes
consorcios trasnacionales, entre mineros, desarrolladores turísticos y
habitacionales, e incluso de manufactura, por el coste-riesgo-beneficio de
invertir en la región. Es en este renglón donde la Ecología Económica y la
Política Ecológica me ayudarán a exponer las inquietudes que por mi naturaleza
se crean; y no se crean: ¡son muchas! La paradoja del interés de conservar
destruyendo...
Durante las últimas tres décadas el crecimiento en
infraestructura turística y urbana reflejan una afectación de gran magnitud al
entorno sudcaliforniano con especial repercusión en el Sur de la entidad
(importante número de especies de flora y fauna endémica). Se comprende que es
una consecuencia lógica del desarrollo humano, urbano y económico, sin embargo,
el precio que paga la naturaleza, sin recibir beneficio alguno en reciprocidad
convergerá, inminentemente, en la desaparición paulatina de esos recursos
naturales que se convierten en no renovables por la falta de espacios adecuados
para su conservación; la ausencia de una ecología económica.
El proyecto de Cabo Dorado, que por cierto querrán colgarse
todos los pre-candidatos, de todos los partidos, del hecho que hayan abierto a
consulta pública la propuesta (Documento del resumen Ejecutivo del proyecto) en
la página: http://tramites.semarnat.gob.mx/index.php/consulta-tu-tramite,
ingresando con el código de bitácora: 09/MG-0077/03/14 (que podremos abordar y
desglosar en otras entregas). Lo mismo que la insistencia en la minería a cielo
abierto y todo lo que se relacione con grandes inversiones en “bien del
progreso” debieran sujetarse a un análisis mediante el uso adecuado del
razonamiento y el concepto de sustentabilidad, tomando como base los principios
de Ecología Económica (EE) y que ha creado todo un movimiento socioeconómico
que si bien data del S. XIX en sus orígenes es hasta fines del XX cuando el
Europa, Rusia y EUA les interesa, no tanto por cuidar al planeta, sino por
mantener y en exclusiva un estatus de poder total, global, si se quiere ser
radical.
Es en este punto donde la economía ecológica choca con a
economía convencional comparto el concepto básico: Con esta separación la
economía convencional, tras un largo y complejo proceso, acabaría
configurándose como una máquina atemporal, reversible (sin cambios
cualitativos), de crecimiento cíclico y perpetuo (el dinero puede crecer al
infinito, lo material no) centrada en los valores de cambio (y en una
correspondiente entelequia denominada utilidad) sin referencia ya al limitante
mundo físico y abstrayéndose igualmente del mundo social pues se redujo la
sociedad al individuo y éste a una ficción denominada homoeconomicus, en
esencia una máquina codiciosa y egoísta. En los manuales de economía se
representa como un simple esquema circular de flujos entre empresas e
individuos... Según ciertos autores de la EE, la percepción del fracaso de la
idea de crecimiento derivada de la crisis social y ambiental, provocó la
proliferación de etiquetas que simulan afrontarla mientras encubren las
prácticas usuales. Es el caso del término desarrollo sostenible criticado como
vago (múltiples significados), hipócrita (usado para promover actividades
insostenibles) y contradictorio (ignora los límites sociales y biofísicos al
crecimiento o focaliza cuestiones erróneas). (Wikipedia; Economía Ecológica).
Bueno, como es el primero de la serie que estaremos
compartiendo, yo en textos y Víctor con sus imágenes y textos, espero no llegar
a decir que el destino turístico de Los Cabos murió por causas naturales: “ a
manos del humano urbano $oSiopata naturalmente”, y seguir como pobres locos
peligrosos irreverentes, irrelevantes, irremediables pero irresistibles y
reales prófugos de la injusticia que naturalmente no existiría...