Creando y Creyendo en BCS
*¿Y qué SOS vos?
“soy mi huella para el regreso...”
La fecha que queda inscrita en la historia cabeña es el 16
de enero de 2011, día en que 9002 personas residentes de Los Cabos en su
mayoría, acompañados de otros sudcalifornianos del municipio de La Paz y otros
más llegados de otros países y adoptaron este girón peninsular como hogar;
todos ahí presentes con un mensaje directo, conciso, preciso y macizo; ¡NO A LA
MINERÍA TÓXICA! ¡SÍ AL DESARROLLO SUSTENTABLE! Sin consignas partidistas en un
hecho relevante en el ámbito social y que deberá ser tomado en cuenta por todos
los candidatos que en febrero serán votados o botados. Ninguno de los
asistentes se comprometió a nada ni se vendió a nadie, todos llegamos como
pudimos para decirle al mundo “Esto no es nuestro, pero es para nosotros”.
El evento se organizó por espacio de tres o cuatro semanas.
Los organizadores, todos de diversos organismos no gubernamentales (ONG’s)
lograron lo que ningún político ni gobernante ha logrado en todo el Estado,
reunir a 9002 personas con un sólo compromiso: su futuro, nuestro futuro.
Ningún problema de tránsito pese a lo complicado del acceso al arroyo de El
Tule, considerando que la salida de tampoco se dieron incidentes al término, a
pesar que los residentes de san José tenían que salir hacia la dirección
contraria y retornar en el acceso a Playa Chileno. Las policías y rescatistas a
la altura. Felicidades y gracias por ello.
Una fiesta se vivió ese domingo 16 de enero. Entre música,
palabras de aliento, protestas contra la minería tóxica, consignas a favor del
desarrollo sustentable, exigencia de una ley justa y coherente con la vocación
natural de la entidad. Se vieron políticos que, por un lado se mostraron
envidiosos por el conjunto de habitantes, lugar donde el hotelero, el
restaurantero, el estudiante, el infante, el globero, el taxista, el diputado y
el candidato, todos acudimos bajo nuestra condición ciudadana. Nadie es ni
menos ni más que nadie.
Y se hizo la ola famosa una vez se rellenaron las letras,
donde “Sudcalifornianos Organizados por la Sustentabilidad” (SOS) formaron tan
afamado grito de ayuda internacionalmente conocido como SOS, en verde, con fondo
de playa y en un escenario inigualable: Playa, Mar de Cortés, y miles de
personas consientes y que marcaron la dirección que queremos para Los Cabos,
sustentabilidad.
De al gusto, he de decirlo, la actitud y los beneficios de
los que se colgaron candidatos de diversos partidos. Era de esperarse apareciendo
la “calidad y ética política de líderes”. Eso no melló la felicidad de la
gente; su aceptación y reconocimiento del esfuerzo conjunto, tanto de los
organizadores a quienes debemos reconocer el magno esfuerzo, como a las autoridades
que apoyaron durante la celebración de un ejercicio ejemplar de civilidad y
sentido de pertenencia.
Nos queda esperar que el efecto de este grito, que al
principio pensábamos silencioso, más fue estridente, nos traiga resultados
favorables y marque el compás a segur como ciudadanos. La fuerza y el poder lo
tenemos según manda nuestra Constitución Política de México y la propia del
Estado. La fuerza ciudadana está demostrada, ahora recuperemos todo lo que es,
por ley de todos: playas, accesos a playas, Faro Viejo y, principalmente que se
cumpla con las leyes y reglamentos vigentes, se concluyan los planes de
desarrollo urbano y de ordenamiento ecológico y se fundamenten y estipulen las
prioridades del estado para su gente.
Yo de verde asistí, me trepé a un cerro, tome mis fotos y se
me puso la carne de gallina cuando, desde la cima de la loma escuchaba el grito
cabeño, una sola voz surgida de 9002 gargantas de ¡No a la minería a cielo
abierto! ¡México, México, México! ¡Viva Los Cabos!, ¡Defendamos la Sierra de La
Laguna! Y tantos etcéteras.
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